martes, 4 de diciembre de 2012

Pobres...

...Ser pobre es un problema, a veces una tragedia, pero desde luego no es una indignidad. Por eso también me inquietó que algunos dijeran: “¿No es una frivolidad regalar juguetes con la que está cayendo?”, como si los pobres solo pudieran aspirar al extremo utilitarismo del kilo de garbanzos más barato. A la caspa y la pena. Ni hablar: hay que aspirar a todo. Como en el cuento del mercader árabe que entró en una ciudad un día de mercado y le dio a un mendigo dos monedas de cobre. Al irse, horas más tarde, se lo volvió a cruzar, y le preguntó qué había hecho con el dinero. Y el hombre contestó: “Con una moneda compré un pan, para tener con qué vivir, y con la otra una rosa, para tener por qué vivir”. Pues eso.
Rosa Montero

Para hacerse oír...


Ética en la escuela


...Esto no se consigue en un día, por arte de birlibirloque, sino que requiere estudio, reflexión, diálogo abierto. Ese era el propósito de una asignatura, presente en el currículum de 4º de la ESO desde hace casi un par de décadas. Se llamó primero Ética. La vida moral y la reflexión ética, ahora lleva el nombre de Educación ético-cívica, y en su honor hay que decir que ha permanecido en su lugar a través de los cambios políticos. Sólo antes de que naciera se planteó el problema de si la ética era una alternativa a la religión, o si más bien era común a todos los alumnos, mientras que la religión quedaba como optativa. Afortunadamente, esta segunda fue la solución, y desde entonces ningún grupo social y ningún partido político han puesto en cuestión su presencia en la escuela.
Es lamentable, pues, que desaparezca en el Anteproyecto de ley orgánica para la mejora de la calidad educativa, cuando la calidad debería consistir sobre todo en formar personas y ciudadanos capaces de asumir personalmente sus vidas desde los valores morales que tengan razones para preferir, no solo en que los alumnos adquieran competencias y conocimientos para posicionarse en el mundo económico. Si se trata de “lograr resultados”, como dice a menudo el anteproyecto, ayudar a formar una ciudadanía responsable es un resultado óptimo y además es el único modo de contar con buenos profesionales.